
Segunda Ley: un robot tiene que obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, salvo cuando tales órdenes vulneren la Primera Ley.
Tercera Ley: un robot debe proteger su propia existencia, siempre que esta protección no vulnere la Primera o la Segunda Ley.
Ley Cero: Un robot no puede perjudicar a la Humanidad ni, por omisión, permitir que la Humanidad sufra daño."
Isaac Asimov - "Las tres leyes de la robótica"